dissabte, 24 de desembre del 2011

EL CINE DIGITAL MATÓ AL CINE


No, no es una afirmación, sino un hecho que bien podría darse si no se toman medidas a corto plazo.

Hemos vivido cambios sustanciales de los que el público solo es consciente en parte. El “público” sigue yendo (o no) al cine, disfrutando de las sesiones y de sus palomitas sin notar apenas los cambios que están apareciendo poco a poco.

La cosa empezó con la digitalización de la postproducción, proceso que aportó muchísima agilidad a la hora de montar. De las pesadas y farragosas Moviolas y Steenbecks pasamos a la llamada “edición no-lineal”, que nos permitía no trabajar con el material filmado sinó de manera virtual. Aparte de éste detalle, el montaje final se seguía haciendo en soporte fotoquímico, detalle éste que aseguraba una calidad final del producto más que apreciable.

También los procesos de postproducción en efectos digitales nos han aportado mucho, pero siempre acababan finalizando sus procesos en el estándar de 35 mm.

Los procesos de restauración también se han visto afectados. De la versión de “Vértigo” de Hitchcock restaurada analógicamente a finales  de los 90, hemos pasado a restauración digital de “El Padrino” en 4K. Las dos copias resultantes del proceso son poco menos que impecables.

Pero el drama, aparte del cambio de estándar (que también lo es, ya que no existirá un estándar para la era digital, con lo que ello significa para el futuro y la preservación) es que los exhibidores no aprenden, y si antes estábamos molestos por si nos aceleraban el proyector para meter hasta 4 sesiones, uno de los altavoces no funcionaba o al iluminado exhibidor de turno se le había ocurrido cambiar una lente más angular “para aprovechar más la pantalla”, ahora la cosa se va a multiplicar.


No está nada mal el cine digital. Yo mismo he comprobado los resultados, y en las salas donde la calidad de visionado se cuida y se hace bien, no tengo nada que decir. Pero si los exhibidores, utilizando el argumento de creer que el espectador es idiota (que en algún caso puede darse) o no es capaz de darse cuenta de que le están dando gato por liebre, siguen en su tendencia a utilizar la picaresca con el cada vez menor público que tiene, acabará por dinamitarse a sí mismo.

Señores exhibidores, por favor:

  1. NO reduzcan la calidad de las sesiones digitales para ahorrar consumo y vida de lámpara, y menos cuando estamos viendo una película en 3d (ya bastante oscuro se ve). 
  2. NO proyecten desde otros “sources” que no sean los discos duros de distribuidora dispuestos para proyectar. 
  3. UTILICEN proyectores 4K (los 2K no se ven bien por más que insistan). Todas estas peticiones se encierran en una: sean honestos.

En una sesión 3d no tenemos rebaja en el precio de la entrada, lo que quiere decir que no pueden “rebajar” en la lámpara de proyección.

Ustedes serán los responsables directos de que la implementación del cine digital se pueda hacer de manera correcta y con calidad.


Y aunque éste es un país de pícaros, quiero pensar en que ninguno de ustedes lo es. Por su bien, y el bien del futuro del cine proyectado en salas. Y para ver un Blu-Ray, me compro un proyector y me quedo en casa, que estoy más caliente.

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